Para la Comisión Europea es prioritario garantizar que cada euro del presupuesto se gaste correctamente, de acuerdo con las normas y genere valor añadido.
La Comisión Europea persigue este objetivo en estrecha colaboración con los Estados miembros, con las demás instituciones de la UE y con los socios encargados de la ejecución, como las instituciones internacionales (por ejemplo, el Banco Mundial o el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo). Los Estados miembros de la UE tienen un papel fundamental que desempeñar, ya que gestionan, junto con la Comisión Europea, las tres cuartas partes aproximadamente del presupuesto con arreglo al principio de gestión compartida. Esto significa que los Estados miembros distribuyen los fondos a los beneficiarios. Por lo tanto, están en primera línea para asegurarse de que el presupuesto vaya donde sea más necesario, mediante el establecimiento de los sistemas de gestión y control pertinentes.
Prevención
La Comisión lleva a cabo comprobaciones previas, auditorías y controles sobre el terreno para asegurarse de que dichos procedimientos existen y se desarrollan correctamente. Si la Comisión descubre alguna anomalía, puede intervenir interrumpiendo o suspendiendo los pagos a los beneficiarios o a los Estados miembros. Eso significa suspender temporalmente el pago de los fondos de la UE hasta que se hayan resuelto los problemas detectados. La Comisión también puede reducir el importe que pagará con respecto a la declaración de gastos recibida del beneficiario. Se trata de acciones preventivas.
Detección y corrección
La Comisión también puede intervenir después de haber efectuado los pagos. Sobre la base de comprobaciones a posteriori, auditorías y controles sobre el terreno en los que observe posteriormente que hay alguna anomalía, la Comisión puede introducir correcciones financieras y recuperar el dinero ya pagado.
En caso de fraude, intervendrá la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, conocida por su acrónimo francés OLAF. Si una investigación de la OLAF confirma la existencia de fraude con fondos de la UE, la Comisión empezará a hacer lo necesario para recuperarlos.
Desde 2020, la Fiscalía Europea se encarga de investigar, perseguir y enjuiciar delitos contra el presupuesto de la UE. Su trabajo es una garantía adicional de que el presupuesto de la UE esté plenamente protegido.
