Los países de la UE son los principales responsables de la organización y la prestación de servicios sanitarios y atención médica. La política de salud pública de la UE complementa las políticas nacionales para garantizar que la UE trabaja en pro de una Unión Europea de la Salud más fuerte, que beneficie a todos los europeos.
Vacunación segura y eficaz
La Comisión y los Estados miembros adoptaron un enfoque común de la UE para garantizar el suministro de vacunas contra la COVID-19 y facilitar su distribución, y contribuyeron así a garantizar un acceso y una disponibilidad oportunos en todo el territorio de la UE. A finales de 2020 comenzaron a distribuirse en la UE vacunas seguras y eficaces a través de procedimientos de autorización estrictos y con las normas de seguridad más exigentes. Desde entonces, la Comisión Europea ha garantizado hasta 4 200 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19. En agosto de 2023, un total del 84,8 % de la población adulta había sido vacunada contra el virus. Además, el Equipo Europa ha donado más de 530 millones de dosis a países de todo el mundo.
Tratamientos y pruebas de detección de la COVID-19
Si bien la vacunación fue la mejor manera de poner fin a la pandemia y volver a la vida normal, actualmente la Comisión mantiene su compromiso de garantizar la disponibilidad de opciones terapéuticas contra la COVID-19 para tratar a las personas infectadas. La Estrategia de la UE sobre Opciones Terapéuticas contra la COVID-19 de la Comisión Europea apoya el desarrollo y la disponibilidad de medicamentos, incluido para el tratamiento de la «COVID persistente», complementando así la Estrategia de Vacunas de la UE, como parte de la Unión Europea de la Salud. La Agencia Europea de Medicamentos ha confirmado que nueve de las quince opciones terapéuticas incluidas en las listas de posibles tratamientos contra la COVID-19 de 2021 son seguras y eficaces y se han utilizado en el tratamiento de pacientes en toda la UE. La Comisión celebró contratos públicos para el suministro de dos tratamientos.
La Comisión Europea formuló recomendaciones sobre un enfoque común de las pruebas y el seguimiento de la propagación del virus y apoyó el desarrollo de la capacidad de seguimiento.
Proteger la salud de los europeos
La Comisión ha presentado iniciativas para proteger la salud de los europeos, con vistas a mejorar la preparación y la respuesta ante las crisis, así como la resiliencia de los sistemas sanitarios a largo plazo en la UE.
Sobre la base de las primeras lecciones aprendidas de la crisis de la COVID-19, en noviembre de 2020 la Comisión propuso construir una Unión Europea de la Salud, que dotará a Europa de todos los beneficios sociales y económicos para prevenir, preparar y gestionar las crisis sanitarias, tanto a escala de la UE como mundial. Una Unión Europea de la Salud fuerte protegerá nuestro modo de vida, nuestras economías y sociedades.
Como consecuencia de ello, se reforzó la respuesta coordinada a escala de la UE. El 23 de noviembre de 2022 se adoptó el Reglamento sobre las amenazas transfronterizas graves para la salud. Se trata de un acto jurídico clave en el marco de seguridad sanitaria de la UE, que amplía los mecanismos ya existentes a escala de la UE para la preparación, la alerta precoz y la respuesta sanitarias, junto con el refuerzo de los mandatos de dos agencias sanitarias clave de la UE: el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y la Agencia Europea de Medicamentos.
EU4Health, el Programa de Salud de la UE para 2021-27 adoptado en marzo de 2021 a iniciativa de la Comisión y respaldado por una financiación de 5 100 millones EUR, reforzará la resiliencia de los sistemas sanitarios y promoverá la innovación en el sector sanitario. EU4Health contribuye de manera significativa a la recuperación tras la COVID-19, al mejorar la salud de la población de la UE, apoyar la lucha contra las amenazas transfronterizas para la salud e impulsar la preparación y la capacidad de la UE para responder eficazmente a futuras crisis sanitarias, como parte de una futura Unión Europea de la Salud fuerte.
La Estrategia Farmacéutica para Europa, de noviembre de 2020, proponía la creación de un marco regulador con perspectivas de futuro y tenía por objeto apoyar a la industria en la promoción de la investigación y las tecnologías dirigidas a los pacientes a fin de que estos puedan satisfacer sus necesidades terapéuticas, abordando al mismo tiempo las deficiencias del mercado. Abordaba las deficiencias puestas de manifiesto por la pandemia de COVID-19, y proponía medidas para reforzar el sistema. En abril de 2023, la Comisión propuso una nueva Directiva y un nuevo Reglamento que revisaban y sustituían la legislación farmacéutica existente.
En el contexto de la pandemia de COVID-19, en febrero de 2021 la Comisión puso en marcha la «Incubadora HERA». Este plan europeo de preparación en materia de biodefensa tenía por objeto detectar y analizar nuevas variantes del virus, desarrollar vacunas contra nuevas variantes para las que las vacunas existentes podrían no haber sido suficientemente eficaces, y producir vacunas a escala y rápidas adaptadas a las nuevas variantes.
Sobre la base de este plan, en septiembre de 2021 la Comisión creó la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA), uno de los pilares clave de la Unión Europea de la Salud que tiene por objeto contribuir a la resiliencia de Europa frente a futuras emergencias sanitarias y otros riesgos.
La HERA anticipa las amenazas y las posibles crisis sanitarias mediante la recopilación de información y el desarrollo de las capacidades de respuesta necesarias. Garantiza el desarrollo, la producción y la distribución de medicamentos, vacunas y otras contramedidas médicas en caso de emergencia. En su primer año de activación, la HERA ha creado un grupo de expertos sobre variantes de la COVID-19 para supervisar las mutaciones.
Durante la pandemia de COVID-19, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), el organismo central en la evaluación del riesgo de propagación vírica y el impacto en la salud pública, proporcionó periódicamente evaluaciones de riesgos y actualizaciones epidemiológicas, así como apoyo técnico. El ECDC también publicó información sobre la pandemia, la propagación del virus, los síntomas, las pruebas, los tratamientos y la prevención en su página de preguntas y respuestas sobre la COVID-19.
La Comisión creó EU FAB, una red de capacidades de producción «activable en cualquier momento» para la fabricación de vacunas y medicamentos que puede ponerse en marcha en caso de crisis futuras, y comenzó a almacenar equipos y medicamentos contra las amenazas químicas y nucleares.
Durante la pandemia de COVID-19, la Comisión propuso otras medidas concretas para evitar un aumento de los casos de COVID-19, como en las estaciones de otoño e invierno de 2022-2023, cuando se animó a los Estados miembros a mejorar la tasa de vacunación de la pauta de primovacunación, dar prioridad a la administración de dosis de refuerzo, combinar las campañas de vacunación contra la COVID-19 y la gripe, y garantizar una comunicación clara a los ciudadanos sobre los beneficios de la vacunación. Las medidas también destacaban la importancia de contar con unas capacidades y unos sistemas sanitarios sólidos en todos los Estados miembros. También se recomendó la adopción de medidas adicionales para apoyar la buena salud mental del personal sanitario y de la población en general.
Apoyar los sistemas de asistencia sanitaria
Mecanismo de Protección Civil de la UE y RescEU
Durante la pandemia de COVID-19, y en particular durante los primeros meses de la crisis, la UE, a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE, coordinó y cofinanció la entrega de más de 190 millones de equipos médicos y de equipos protección individual, así como el refuerzo del personal médico en los hospitales y proporcionó más de 10,5 millones de dosis de vacunas a más de 55 países de Europa y de todo el mundo.
La capacidad estratégica de reserva médica de rescEU, creada por la Comisión en 2021 para responder más rápidamente a las necesidades causadas por crisis sanitarias como la pandemia de COVID-19, permitió la rápida entrega de más de 3 millones de unidades de equipos médicos y de protección, así como de suministros de laboratorio, a los Estados miembros que se enfrentaban a la pandemia.
Gestión de crisis y solidaridad
Cooperación sanitaria transfronteriza
El Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (CECRE) desempeñó un papel fundamental en los esfuerzos de ayuda de emergencia y permaneció accesible las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana para ayudar a todos los países, tanto dentro como fuera de Europa.
En abril de 2020, la Comisión Europea publicó directrices sobre la cooperación transfronteriza en materia de asistencia sanitaria entre las autoridades nacionales, regionales y locales. El objetivo era facilitar la colaboración en el traslado de pacientes y garantizar la prestación de asistencia médica cualificada, asegurar la movilidad de los pacientes, facilitar el reembolso de los costes sanitarios y, en general, aliviar la carga que supone la pandemia para los sistemas sanitarios nacionales. Las solicitudes de asistencia sanitaria transfronteriza estuvieron coordinadas por el Comité de Seguridad Sanitaria, que presidía la la Comisión, y por el Sistema de Alerta Precoz y Respuesta de la UE.
Fondo de Solidaridad de la UE
Como parte de la respuesta excepcional de la UE a la pandemia por coronavirus, en marzo de 2020 se amplió el ámbito de aplicación del Fondo de Solidaridad de la UE para cubrir las emergencias graves de salud pública. En marzo de 2021, la Comisión propuso un paquete global de casi 530 millones EUR de ayuda financiera como contribución económica adicional, para ayudar a los Estados miembros y a los países candidatos a la adhesión en sus esfuerzos para combatir la pandemia de COVID-19. En mayo de 2021, el Consejo y el Parlamento Europeo aprobaron la movilización del Fondo de Solidaridad de la UE en consonancia con esta propuesta.