El 23 de febrero de 2022, la Comisión Europea presentó el segundo análisis en profundidad de las dependencias estratégicas de Europa. Este análisis examina cinco ámbitos en los que Europa depende cada vez más de terceros países, y busca fomentar una mejor comprensión de los riesgos derivados de esas dependencias y de las oportunidades para abordarlas.
Las materias primas fundamentales, como las tierras raras y el magnesio, constituyen la base de una serie de productos y tecnologías clave que fomentarán la capacidad de la Unión de reducir las emisiones de carbono. Los imanes permanentes de tierras raras son insumos esenciales para los vehículos eléctricos y las turbinas eólicas. El magnesio es un material de aleación importante, entre otros en la producción de aluminio, que desempeña un papel significativo en la reducción del consumo de combustible y de las emisiones de CO2 del transporte.
Cuestiones clave
- La Unión depende en gran medida de China para conseguir magnesio y tierras raras. China produce el 93 % de los imanes de tierras raras y el 89 % del magnesio del mundo.
- La Unión necesita cada vez más estas materias primas. De aquí a 2030, las necesidades de la Unión de imanes permanentes de tierras raras pueden duplicarse y llegar a las 40 000 toneladas anuales, frente a las 18 000 toneladas de 2019.
¿Qué puede hacer la Unión?
- La Alianza Europea sobre Materias Primas ya ha señalado catorce proyectos industriales para garantizar la explotación minera de tierras raras en toda Europa.
- A raíz de las limitaciones de suministro de 2021, la Unión también está coordinando los esfuerzos destinados a aumentar la producción de magnesio en Europa.
- Se están estudiando nuevas asociaciones internacionales de materias primas.
- Además, la Unión está prestando una mayor atención al reciclado y a la sustitución de materiales.
Los productos químicos seguros y sostenibles son cruciales para productos y tecnologías tan variados como las turbinas eólicas, las baterías, el aislamiento de los edificios o los medicamentos.
Cuestiones clave
- Europa ha mostrado dependencia de ciertos terceros países a la hora de conseguir varios productos químicos. Algunos revisten una importancia estratégica especial, como el yodo, el flúor, el fósforo rojo, el óxido de litio y el hidróxido, el dióxido de molibdeno y el wolframato.
- Los países euroasiáticos (por ejemplo, Kazajistán, Rusia y China) son importantes exportadores a la Unión de estos productos químicos calificados de «estratégicos».
- Estos productos químicos tienen una amplia gama de usos finales como parte de las cadenas de suministro y de valor, por ejemplo para el almacenamiento de energía, la producción de alimentos, la producción de semiconductores utilizados en paneles solares y la producción de baterías para vehículos eléctricos.
¿Qué puede hacer la Unión?
Estas son algunas de las posibles medidas para reforzar la autonomía estratégica abierta en el contexto de la Estrategia de Sostenibilidad para las Sustancias Químicas:
- Crear nuevas asociaciones internacionales.
- Invertir en la producción de alternativas sostenibles en la Unión.
La tecnología solar fotovoltaica se ha convertido en la tecnología energética de más rápido crecimiento a nivel mundial y es esencial para proporcionar cantidades suficientes de electricidad descarbonizada. Las tecnologías fotovoltaicas específicas también son fundamentales para los intereses espaciales y de defensa de la Unión, por ejemplo para garantizar el suministro eléctrico de los satélites.
Cuestiones clave
El Pacto Verde Europeo exige un aumento masivo de la generación de energía solar: es necesario multiplicarla por 10 de aquí a 2050.
Las empresas de la Unión son líderes mundiales en varios segmentos inferiores de la cadena de valor de la energía solar fotovoltaica. Sin embargo, la Unión presenta importantes dependencias estratégicas en los segmentos superiores de la fabricación:
- China posee el 96 % de la producción mundial de obleas solares.
- Las empresas de la Unión representan el 1 % de la producción mundial de obleas solares, el 0,4 % de la producción de células solares y el 2-3 % de la producción de módulos.
Los recientes acontecimientos ocurridos a nivel mundial han tenido graves repercusiones en la importación y el despliegue de paneles solares fotovoltaicos por parte de la Unión: en 2021, se aplazaron o cancelaron el 20-25 % de los proyectos solares de la Unión.
La Iniciativa Solar Europea (una iniciativa del sector privado) tiene como objetivo aumentar a 20 GW la producción fotovoltaica anual de la Unión de aquí a 2025.
¿Qué puede hacer la Unión?
Las medidas necesarias para aumentar la producción de la Unión, en particular en aquellos segmentos en los que las dependencias son mayores, podrían incluir:
- Proporcionar financiación y apoyo para facilitar que las tecnologías avanzadas y emergentes estén listas para su comercialización.
- Limitar la dependencia de determinadas materias primas fundamentales.
- Desarrollar la cooperación con los socios internacionales.
La ciberseguridad es crucial para garantizar la seguridad de nuestras tecnologías digitales, de nuestra movilidad, de nuestra energía y de nuestra salud, así como en los ámbitos de la defensa y el espacio. Dado el número creciente de ciberataques, la Unión debe reforzar la ciberseguridad y defender sus intereses.
Cuestiones clave
Aunque la Unión encabeza la investigación mundial en materia de ciberseguridad, se encuentra a la zaga en innovación en ciberseguridad y en inversiones privadas.
- Solo el 14 % de las quinientas empresas de ciberseguridad más grandes del mundo tienen su sede en la Unión.
- La mayoría de los equipos y programas informáticos utilizados actualmente en la Unión para la ciberdefensa se han desarrollado en los Estados Unidos y se han fabricado en China.
- Ademas, la mayoría de las empresas de ciberseguridad de la Unión son microempresas o pequeñas empresas y dependen de terceros.
¿Qué puede hacer la UE?
Para reforzar las capacidades de ciberseguridad de la Unión, la Comisión ha adoptado las siguientes medidas:
- La Estrategia de Ciberseguridad de la UE para la Década Digital, que incluye una Ley Europea de Ciberresiliencia, aumentará la resiliencia de Europa frente a las ciberamenazas.
- Desarrollo de infraestructura de comunicación cuántica segura (Euro QCI).
- El Centro Europeo de Competencia en Ciberseguridad reforzará las capacidades de la Unión en materia de ciberseguridad.
- Financiación específica de la ciberseguridad con cargo al programa Europa Digital y a Horizonte Europa; financiación de la ciberdefensa con cargo al Fondo Europeo de Defensa.
- Medidas legislativas de la Unión para ciertas tecnologías y productos específicos.
Los programas informáticos en la nube y en la periferia son fundamentales para la transformación digital de Europa. Incluyen las aplicaciones y servicios informáticos utilizados a la carta por las empresas y que siguen un modelo de pago por uso, también aquellos que son necesarios para gestionar la infraestructura informática subyacente.
Cuestiones clave
- El mercado de estas tecnologías cuenta con un número limitado de proveedores mundiales de servicios en nube que no pertenecen a la Unión. Esto podría conllevar ciertos riesgos para la Unión derivados de una posible perturbación de los servicios en la nube extranjeros, de un efecto de bloqueo para los usuarios europeos o de un acceso ilícito a los datos en caso de que se aplique de forma excesiva o se modifique la legislación aplicable de terceros países.
- El mercado de la nube europeo tiene un valor de 5 900 millones de euros. Entre 2017 y 2020, su valor se triplicó. Sin embargo, la cuota de mercado de los proveedores de servicios en la nube de la Unión disminuyó del 26 % en 2017 al 16 % en 2020.
¿Qué puede hacer la Unión?
Estas son algunas de las oportunidades y medidas para reforzar las capacidades del sector de la nube europeo:
- Financiación con cargo al programa Europa Digital y a Horizonte Europa para abordar las capacidades en materia de inteligencia artificial, los datos y la nube.
- Alianza europea para los datos industriales y la computación periférica y en la nube
- Mecanismo «Conectar Europa» – Sector digital.