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Comisión Europea

Recurso propio «plásticos»

El 1 de enero de 2021, se introdujo una contribución basada en los residuos de envases de plástico no reciclados como nueva fuente de ingresos para el presupuesto de la UE para el período 2021-2027.

El recurso propio «plásticos», en vigor desde el 1 de enero de 2021, consiste en una contribución nacional basada en la cantidad de residuos de envases de plástico no reciclados. Este recurso propio está estrechamente vinculado a las prioridades de actuacion de la UE y anima a los Estados miembros a reducir los residuos de envases y a estimular la transición de Europa hacia una economía circular mediante la aplicación de la Estrategia Europea para el Plástico. Al mismo tiempo, deja a los Estados miembros la posibilidad de definir las políticas más adecuadas para reducir la contaminación por residuos de envases de plástico, en consonancia con el principio de subsidiariedad.

Se aplicará un tipo uniforme de referencia de 0,80 euros por kilogramo al peso de los residuos de envases de plástico que no se reciclan, con un mecanismo para evitar contribuciones excesivas de los Estados miembros menos ricos.

¿Cómo funciona en la práctica?

Las contribuciones se calculan sobre la base de los datos que los Estados miembros recogen y proporcionan con arreglo a las obligaciones de notificación recogidas en la legislación sobre residuos. Más concretamente, a raíz de la Directiva relativa a los envases y residuos de envases (Directiva 94/62/CEE) y su Decisión de Ejecución [Decisión (UE) 2019/665], los Estados miembros ya facilitan datos sobre la generación y el reciclado de residuos de envases de plástico. Se espera que la Directiva relativa a los envases y residuos de envases sea sustituida por el Reglamento relativo a los envases y residuos de envases en febrero de 2025. Los datos están a disposición del público en el sitio web de Eurostat.

Dado que los datos exactos se comunican a Eurostat en julio del año N + 2, la Comisión Europea calculará al principio las contribuciones sobre la base de previsiones, que acordarán los Estados miembros de la UE y la Comisión. Se trata de una práctica habitual que también se aplica a otras fuentes de ingresos del presupuesto de la UE.

Una vez que se disponga de los datos definitivos, la Comisión Europea adaptará en consecuencia los cálculos de las contribuciones de los Estados miembros.

Desde 2021 (tras la entrada en vigor de la Decisión sobre recursos propios), los Estados miembros pagarán sus contribuciones mensualmente sobre la base de las previsiones. Estas contribuciones se ajustan dos años después, cuando se dispone de los datos finales.