Una estrategia industrial para una Europa competitiva, ecológica y digital
El Pacto Verde Europeo es la nueva estrategia de crecimiento de la UE, que pretende transformar la Unión Europea, para mediados de siglo, en una sociedad más justa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, sin emisiones netas de gases de efecto invernadero.
El principal objetivo es aprovechar el potencial considerable que tienen los mercados mundiales respecto a las tecnologías de bajas emisiones y los productos y servicios sostenibles para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Sin embargo, la consecución de una economía climáticamente neutra y circular exige la plena movilización de la industria. Todas las cadenas de valor industriales, incluidos los sectores que consumen mucha energía, tendrán que desempeñar un papel clave.
La nueva Estrategia Industrial de Europa liderará las dobles transiciones ecológica y digital, e impulsará la competitividad europea a escala mundial. Además, ayudará a la industria a reducir su huella de carbono al proporcionar soluciones tecnológicas asequibles y limpias, y desarrollar nuevos modelos de negocio. Con una Estrategia que se ha actualizado a partir las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19, la UE aspira a que la industria europea lidere unas transiciones ecológica y digital aceleradas.
La Comisión Europea adoptó una serie de propuestas para adaptar las políticas de la UE en materia de clima, energía, transporte y fiscalidad, a fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un mínimo del 55 % de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990. Más información sobre Cumplir el Pacto Verde Europeo.
En febrero de 2024, la Comisión adoptó una Estrategia de la UE de Gestión Industrial del Carbono para garantizar la inversión en tecnologías que puedan capturar y almacenar carbono de forma sostenible y además reutilizarlo. Este aspecto es esencial para que la UE alcance su objetivo de neutralidad climática de aquí a 2050. La Estrategia establece cómo ampliar las tecnologías de captura de carbono a escala nacional y de la UE de manera que se cree la infraestructura necesaria para establecer un mercado único de CO2 en Europa en las próximas décadas.