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El cambio climático y otros retos medioambientales: el calentamiento global superará probablemente el umbral de 1,5 ºC en los próximos veinte años y apuntará a los 2 ºC a mediados de siglo, con el agravamiento de las presiones sobre la seguridad hídrica y alimentaria en todo el mundo. En 2050, 200 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria, en parte a causa de los efectos ecológicos.
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La hiperconectividad digital y las transformaciones tecnológicas: el número de dispositivos conectados a escala mundial podría pasar de 30 400 millones en 2020 a 200 000 millones en 2030. Una mayor conectividad de objetos, lugares y personas dará lugar a nuevos productos, servicios, modelos de negocio, estilos de vida y modelos laborales. La ambición de liderazgo mundial de Europa en las dos transiciones —ecológica y digital— podría situarla en una situación de fuerza en un mercado lucrativo emergente y crear nuevos tipos de trabajo, por ejemplo empleos verdes, tanto en los sectores consolidados como en los emergentes.
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La presión sobre la democracia y los valores: en 2020, el 34 % de la población mundial vivía en países cuya gobernanza democrática estaba disminuyendo y solo el 4 % en países que estaban siendo cada vez más democráticos. La desinformación a gran escala, alimentada por nuevas herramientas y plataformas online, planteará retos cada vez mayores a los sistemas democráticos e impulsará un nuevo tipo de guerra informativa. |
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Los cambios en el orden mundial y la demografía: el mundo es cada vez más multipolar. China se convertirá en la mayor economía mundial antes de que finalice la presente década y la India podría superar a la UE en los próximos 20 años. Se prevé que la población mundial alcance los 8 500 millones en 2030 y los 9 700 millones en 2050, mientras que la población de la UE podría disminuir un 5 %, hasta algo más de 420 millones en 2050. |
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