
«Es vital no saltarse ni posponer ninguna revisión», dice Maria, vicepresidenta de un grupo de apoyo en torno al cáncer compuesto por voluntarios de su trabajo, en Bruselas. A Maria le diagnosticaron cáncer en una revisión rutinaria en 2013, a la edad de treinta y ocho años. «Estuve un año de baja por enfermedad y tuve que someterme a una intervención quirúrgica difícil. Era la persona más joven del hospital donde me trataron. La edad a la que puedes desarrollar el cáncer está disminuyendo de forma radical».
Octubre es el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama. Se trata de una oportunidad para concienciar a la población acerca de esta enfermedad, brindar apoyo a las mujeres que la padecen y hacer hincapié en que la detección precoz puede mejorar significativamente las probabilidades de superarla.
La UE desempeña un papel activo en la lucha contra el cáncer de mama y ha puesto en marcha un plan para combatir la enfermedad. Con esta iniciativa, busca mejorar significativamente la prevención, el tratamiento y la atención del cáncer en los países de la UE, así como la calidad de vida de todos sus ciudadanos. En 2022, se adoptaron nuevas directrices para el cribado, basadas en los avances científicos más recientes sobre el cáncer de mama, colorrectal y de cuello uterino. La intención de la UE es ofrecer el cribado al 90 % de la población objetivo elegible de todo su territorio.
En la actualidad, el cáncer de mama supone casi el 30 % de todos los cánceres diagnosticados a mujeres en la UE. Sin embargo, existen marcadas diferencias en cuanto a la participación en el cribado entre los distintos países y grupos de población. En 2022, la UE creó el primer Registro Europeo de Desigualdades frente al Cáncer, con el objetivo de identificar tendencias, disparidades y desigualdades entre los países y las regiones de la UE y dentro de ellos. Sus resultados se tienen en cuenta para las futuras políticas e inversiones de la UE relativas al tratamiento del cáncer de mama.
«Estaba sola cuando recibí el diagnóstico», comenta Valentina, miembro del mismo grupo de apoyo para el cáncer que Maria. «El grupo de apoyo se convirtió en una segunda familia para mí. La vida es más fácil cuando puedes compartir tu experiencia con otras personas, y una palabra amable por parte de un compañero puede marcar una enorme diferencia». El grupo tiene doscientos miembros, todos ellos enfermos de cáncer o personas que lo han superado o que cuidan de otras que padecen la enfermedad.
«Todo el mundo debería intentar organizar un grupo de este tipo», afirma Valentina. Estas comunidades proporcionan un apoyo muy variado, desde ayuda para mantenerse a flote en el «mar de trámites» en torno al tratamiento del cáncer hasta organizar clases de yoga y paseos por el bosque. En este sentido, Valentina destaca la importancia de la actividad física para mejorar los niveles de energía tras el tratamiento del cáncer. «No era muy aficionada al deporte antes de que me diagnosticaran el cáncer», comenta riéndose, «pero ahora hago ejercicio todos los fines de semana».
Como parte de su recuperación, Valentina se unió a un programa local en Bélgica que fomenta la participación de las mujeres con cáncer de mama en actividades físicas en grupo para ayudarlas a curarse y a reducir el riesgo de recaída, y recorrió a pie de algo más de cien kilómetros por Islandia con un grupo de diez mujeres. «Aunque tenía mucho trabajo, saber que podía participar me dio mucha energía». El grupo se hizo llamar Les Amazonas («las amazonas» en francés). «Luego nos enteramos de que los griegos se habían inventado la etimología de la palabra diciendo que procedía de a-mazos, es decir, sin un seno. Aquellas temibles mujeres se amputaban el seno derecho para que les resultara más fácil disparar con el arco», explica Valentina.
Alice, otra miembro del grupo de apoyo, recibió el diagnóstico del cáncer de mama mientras trabajaba en Níger. «Acababa de terminar con la lactancia de mi hija de quince meses y era el principio de la COVID. El médico me dijo que volviera a Europa para hacer una biopsia y cogí el último vuelo antes de cerraran el aeropuerto durante semanas. Por desgracia, el resultado de la biopsia fue positivo, así que comencé el tratamiento. En Níger, las mujeres no tienen las mismas oportunidades». Al preguntarle cómo se siente ahora con esa experiencia, responde: «Tengo suerte de haber nacido en Europa».
Más información
Un plan contra el cáncer para Europa
Campaña #GetScreenedEU, con información sobre los programas de cribado del cáncer en los países de la UE
Detalles
- Fecha de publicación
- 16 de octubre de 2024
- Autor
- Dirección General de Comunicación