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Artículo13 de septiembre de 2022BruselasDirección General de Energíalectura de 8 min

Tema destacado. La energía solar: aprovechando el poder del sol

La energía solar es una fuente de energía barata, limpia, modular y flexible. Actualmente es una de las energías renovables más baratas del mercado y la más accesible para los hogares europeos. En 2020, el 5,2 % de la producción total de electricidad de la UE procedía de la energía solar. Sobre la base de las tendencias actuales del mercado, esta tiene potencial para satisfacer hasta el 20 % de la demanda de electricidad de la UE de aquí a 2040.

Como se indica en el Pacto Verde Europeo y en el plan REPowerEU, un mayor despliegue de instalaciones de energía solar es un paso esencial en la transición de la UE hacia la energía limpia y la neutralidad climática. Además, con el incremento de su uso se reduce nuestra dependencia de los combustibles fósiles importados.

Tecnologías solares

Unas tecnologías cada vez más avanzadas convierten la luz solar en energía, que se transforma en electricidad (energía solar fotovoltaica y energía solar concentrada) o calor (calor solar).

Energía solar fotovoltaica

La energía fotovoltaica convierte la luz solar directamente en electricidad creando tensión o corriente eléctrica. Las políticas de la UE en materia de energías renovables han contribuido a reducir los costes de la energía solar fotovoltaica en un 82 % durante la última década gracias principalmente a subvenciones. Esta reducción ha impulsado la demanda de energía solar, lo que ha contribuido a convertirla en una de las tecnologías de generación de electricidad más competitivas de la UE y en una de las energías renovables que más rápido crecen: La UE pasó de 52 GW de la capacidad total instalada de energía fotovoltaica en 2011 a casi 160 GW en 2021.

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A nivel de empleo, en 2020 la industria solar fotovoltaica creó 357,000 puestos equivalentes a tiempo completo (directos e indirectos), cifra que se espera que, como mínimo, se duplique de aquí a 2030.

Las nuevas tecnologías solares fotovoltaicas prometen una mayor conversión de energía a partir de la luz solar, una mayor eficiencia energética y menores costes, tanto para la industria como para los consumidores. También se están desarrollando nuevas tecnologías para nuevos usos; por ejemplo, la energía fotovoltaica integrada en edificios crea productos que sirven al mismo tiempo para generar electricidad y como componentes de construcción, como el tejado o la fachada. Los proyectos en curso financiados por la UE Be-Smart y BIPVBOOST analizan los principales obstáculos y demandas del mercado para seguir integrando las tecnologías solares en el sector de la construcción.

Energía solar concentrada

La energía solar concentrada (CSP) abarca todas las tecnologías destinadas a transformar la energía procedente de la radiación solar en calor de alta temperatura para su posterior conversión en electricidad.

La CSP tiene potencial para convertirse en una tecnología clave con vistas a la producción de electricidad renovable en todos los posibles escenarios que comportan una neutralidad climática. Una ventaja considerable de la CSP es su capacidad para almacenar energía térmica y retrasar la producción de electricidad. En un régimen de electricidad caracterizado por elevadas cuotas de energías renovables, esto puede contribuir a colmar lagunas creadas por bajos niveles de generación de energías renovables. Sin embargo, en comparación con la energía fotovoltaica, la CSP depende en gran medida de la irradiación directa, lo que limita su aplicación a determinadas regiones del mundo.

Tecnologías solares térmicas

Las tecnologías solares térmicas se utilizan principalmente para producir agua caliente sanitaria en edificios residenciales e industriales a través de colectores de calor. Los colectores o las tecnologías de calor solar concentrado también se utilizan para suministrar calor en aplicaciones industriales, por ejemplo, en la industria agroalimentaria.

La principal ventaja de la energía solar térmica para usos industriales es que es barata y predecible y no depende de ningún combustible fósil. Estas tecnologías pueden desplegarse en la mayoría de las regiones europeas y son una opción especialmente buena en los países de Europa oriental y sudoriental, donde el calor solar térmico es a menudo la opción más barata para sustituir la calefacción a partir de combustibles fósiles.

La integración de colectores solares en las renovaciones para la mejora de la eficiencia energética de viviendas y edificios puede contribuir a la expansión de estas tecnologías.

Acelerar la energía solar

El despliegue acelerado de las tecnologías solares ocupa un lugar central en la Estrategia de Energía Solar de la UE, publicada en mayo de 2022 como parte del plan REPowerEU. Esta estrategia esboza varias iniciativas para liberar el potencial de generación de energía solar de los tejados (Iniciativa europea sobre tejados solares), abordar el déficit de capacidades en el sector de la energía solar (Asociación de la UE en materia de capacidades a gran escala) e incrementar la generación de energía fotovoltaica en la UE (Alianza de la Industria Solar Fotovoltaica de la UE). A través de estas iniciativas, la estrategia pretende alcanzar los 320 GW de energía solar fotovoltaica de aquí a 2025 y casi 600 GW de aquí a 2030. Esta capacidad adicional anticipada evitará el consumo de 9 000 millones de metros cúbicos de gas natural anuales de aquí a 2027.

Para hacer frente a los cuellos de botella que ralentizan los proyectos de energías renovables, la Comisión publicó, junto con el plan REPowerEU, una Recomendación para acelerar la autorización de los proyectos basados en energías renovables, e introdujo así una propuesta legislativa sobre la aceleración de los procedimientos de concesión de permisos para los proyectos de energías renovables y la facilitación de los contratos de compra de electricidad.

La expansión de la cadena de valor de la energía solar de la UE y la adopción de la producción de energía solar se han visto obstaculizadas en los últimos años por la reticencia del sector financiero a apoyar las inversiones industriales, las limitaciones en las cadenas de suministro para los diferentes componentes y los complejos procesos de concesión de permisos. Actualmente, la UE importa la mayor parte de los productos de energía solar que instala: en 2020, adquirió paneles fotovoltaicos por valor de 8 000 millones EUR; un 75 % de estos procedía de China, donde se concentra la mayor parte de la industria manufacturera mundial. Por lo tanto, el incremento de la fabricación de tecnologías solares en la UE es clave para una expansión competitiva de la producción de energía solar.

Las inversiones y unas condiciones de financiación atractivas apoyan el desarrollo de las capacidades de fabricación de energía solar fotovoltaica en la UE. En el marco de REPowerEU, las inversiones adicionales en energía solar fotovoltaica podrían ascender a 26 000 millones EUR de aquí a 2027. Otros instrumentos de financiación que contribuyen al despliegue de las tecnologías solares en la UE son el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, InvestEU y el Fondo de Innovación.

Investigación e innovación

La UE apoya proyectos de investigación e innovación que contribuyen a reducir el coste de las tecnologías de energía solar y a aumentar su eficiencia y sostenibilidad energéticas. Muchos de estos proyectos están estudiando la forma de introducir la energía solar fotovoltaica en la agricultura, el transporte y la industria. Ya en el marco de Horizonte 2020 (predecesor de Horizonte Europa), entre 2014 y 2020 se asignó una contribución financiera total de unos 259,5 millones EUR a actividades relacionadas con la energía fotovoltaica.

El proyectoSolAqua de Horizonte 2020 explora el uso del riego solar, en el que la energía solar alimenta la bomba que suministra agua, como energía de cero emisiones para el riego de los cultivos. Las tecnologías innovadoras, como la energía fotovoltaica flotante, también son fundamentales para aumentar las capacidades de energía solar más allá de las instalaciones fotovoltaicas clásicas instaladas en los tejados y en el suelo. El proyecto FreShER, que se puso en marcha en 2019, tiene por objeto impulsar una tecnología innovadora para centrales solares flotantes que se traduce en una mejor rentabilidad.

La energía solar requiere una integración sin fisuras de los avances tecnológicos, digitales y operativos en el sistema energético de la UE. La integración de las instalaciones solares descentralizadas requerirá adaptaciones en las redes de distribución e inversiones en materia de digitalización, como redes inteligentes, para permitir un mayor rendimiento del sistema y una transmisión más eficiente. El almacenamiento de energía a través de baterías y bombas de calor también puede contribuir a integrar la electricidad solar en el sistema energético, siempre que estas se comuniquen efectivamente entre sí.

Cooperación internacional

La UE colabora con socios estratégicos para expandir la energía solar y otras energías renovables a escala mundial y eliminar los obstáculos al comercio y la inversión que impiden su despliegue.

En cooperación con la Agencia Internacional de Energías Renovables, la UE también está preparando perspectivas regionales de transición energética para África, América Latina y el Caribe y Europa, proporcionando un análisis exhaustivo del potencial y las opciones de las regiones en términos de energías renovables, eficiencia energética, infraestructuras, acceso a la energía y cooperación transfronteriza. Asimismo, la UE coopera con la Alianza Solar Internacional para difundir su experiencia en tecnologías, políticas y prácticas en el ámbito de la energía solar.

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Detalles

Fecha de publicación
13 de septiembre de 2022
Autor
Dirección General de Energía
Lugar
Bruselas