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Artículo20 de abril de 2022Bruselaslectura de 9 min

Tema destacado: reducir la dependencia de la UE de los combustibles fósiles importados

La energía es el producto básico que mueve la economía. La prosperidad y la seguridad de la UE dependen de un suministro de energía estable y asequible. En los últimos años, la política energética de la UE ha impulsado importantes cambios, que han supuesto una disminución considerable del uso de los combustibles fósiles más contaminantes, ya que el consumo ha pasado a basarse más en el gas natural y en las energías renovables. Si bien recientemente la producción energética en la Unión a partir de fuentes renovables ha aumentado de forma significativa, se ha reducido la producción de gas, lo que ha dado lugar a una mayor dependencia de las importaciones de este recurso.

El año pasado ya se apeló a reducir nuestra dependencia de las importaciones de energía a raíz del aumento de los precios de la energía y de la elevada volatilidad observada desde otoño. La invasión rusa de Ucrania ha llevado este debate a otro nivel y ha motivado cambios estratégicos en la política de la UE.

Seguridad del suministro

Desde las perturbaciones en el suministro de gas que afectaron a algunos países del este de la UE en los inviernos de 2006 y 2009, la Unión ha trabajado en una política energética común para reforzar su seguridad energética y el mercado interior de la energía. Gracias a la inversión en infraestructuras, concretamente las conexiones transfronterizas, ahora hay menos países de la UE que dependen exclusivamente de un único proveedor.

Debido a que la demanda energética de la UE es cada vez mayor mientras que la producción interna de gas es cada vez menor, se ha vuelto indispensable adoptar medidas para garantizar el suministro de gas en la Unión. El Reglamento (UE) 2017/1938 sobre la seguridad del suministro, que actualiza el Reglamento original de 2010, establece un marco común en el que la seguridad del suministro es una responsabilidad compartida de las empresas de gas natural, los países de la UE y la Comisión. Uno de sus principales objetivos es mejorar la preparación ante emergencias de la UE y su resiliencia ante las perturbaciones en el suministro de gas. Esto incluye un sistema de alerta rápida para detectar posibles problemas de forma anticipada y un grupo consultivo permanente (el Grupo de Coordinación del Gas, compuesto por expertos de la Comisión, autoridades de los países de la UE y las principales partes interesadas) encargado de evaluar y debatir cuestiones relativas a la seguridad del suministro.

Plan REPowerEU para reducir la dependencia de las importaciones de gas ruso

En 2021, la UE importó de Rusia más del 40 % de su consumo total de gas, así como un 27 % y un 46 % de sus importaciones de petróleo y carbón, respectivamente. La energía representó el 62 % de las importaciones totales de la UE procedentes de Rusia, con un coste de 99 000 millones de euros. Aunque representa un descenso significativo en comparación con 2011, cuando la energía representó casi el 77 % de las importaciones de la UE procedentes de Rusia (equivalentes a 148 000 millones de euros), la Unión trabaja actualmente en la aplicación de más medidas para reducir su dependencia de las importaciones de energía rusas.

El 8 de marzo, la Comisión publicó su plan REPowerEU, en el que se presentan acciones para reducir drásticamente las importaciones de gas ruso antes de finales de año y bajar de los niveles de 2021 (155 000 millones de m³), de modo que la Unión pueda volverse completamente independiente de los combustibles fósiles rusos mucho antes del final de la década. Los elementos clave de este plan son la diversificación del suministro, la reducción de la demanda y el aumento de la producción de energía ecológica en la UE.

La diversificación del suministro de gas puede ayudar especialmente a mejorar la resiliencia del sistema energético de la UE y a reforzar las colaboraciones con los principales proveedores de gas a escala mundial. En 2021, el 43,5 % de las importaciones de gas natural de la UE procedieron de Rusia, pero también se importaron volúmenes considerables de Noruega (23,6 %), Argelia (12,6 %) y los Estados Unidos (6,6 %). La mayoría de estas importaciones se hicieron a través de gasoductos, pero una proporción cada vez mayor se importa en forma líquida, sobre todo de los Estados Unidos, cuyas exportaciones de GNL a la UE han aumentado de forma significativa desde su primer envío en abril de 2016.

Gas natural licuado

El gas natural licuado (GNL), es decir, gas natural que ha sido procesado para ser transportado en forma líquida para facilitar el almacenamiento o el transporte, puede contribuir a mejorar la diversificación del suministro de gas y a acelerar la descarbonización de los mercados del gas.

A lo largo de la última década, la UE ha invertido cantidades considerables de dinero en infraestructuras de GNL: más de veinte terminales de gran tamaño ya están en funcionamiento y conectadas a la red, y hay más en construcción. Así pues, seguir acelerando la mejora y ampliación de la infraestructura de GNL y diversificar las fuentes de gas y las rutas de los gasoductos resulta clave para que el sistema energético de la UE sea más resiliente. La Unión da prioridad a la evaluación de las medidas e inversiones que podrían ser necesarias para superar los obstáculos que impiden aprovechar la máxima capacidad de GNL de la UE.

Biggest LNG importers in the EU in 2021, Spain 21.3 bcm, France 18.3 bcm, Italy 9.3 bcm, Netherlands 8.7 bcm, Belgium 6.5 bcm
© European Union, 2022

Dos semanas después de que la Comisión presentara el concepto REPowerEU, los Estados Unidos se comprometieron a aumentar sus volúmenes de exportación de GNL para el mercado de la UE con 15 000 millones de m³ adicionales este año y hasta 50 000 millones anuales de aquí a 2030. La UE también colabora estrechamente con socios energéticos como Noruega, Japón, Corea del Sur y Qatar para abordar los retos actuales en los mercados de la energía en todo el mundo y seguir desarrollando su cooperación en materia de GNL.

Almacenamiento de gas

Las instalaciones de almacenamiento de gas son otro elemento fundamental para la seguridad del suministro de la UE, ya que proporcionan volúmenes de reserva en caso de alta demanda o perturbaciones del suministro. Representan entre el 25 % y el 30 % del gas consumido en invierno. En resumen, el almacenamiento reduce la necesidad de importar gas adicional durante la temporada de frío.

Tras la invasión rusa de Ucrania, el Grupo de Coordinación del Gas ha estimado que la mayor amenaza para la seguridad del suministro vendría dada por la incapacidad de reabastecer las instalaciones de almacenamiento de gas antes del próximo invierno. Para evitarlo, la Comisión propuso el 23 de marzo una modificación del Reglamento (UE) 2017/1938 relativo a la seguridad del suministro de gas para incluir medidas contra los desequilibrios del mercado de la energía, garantizar un almacenamiento de gas con buenas capacidades en la UE y mejorar la resiliencia del sistema energético de la UE. Dicha propuesta incluye el requisito para los países de la UE de garantizar que las infraestructuras de almacenamiento en sus territorios se llenen hasta como mínimo el 90 % de su capacidad a más tardar el 1 de noviembre de cada año, y hasta el 80 % este año.

Otra iniciativa al respecto es el concepto de establecer compras conjuntas de gas. En este contexto, la Comisión ya ha creado una plataforma para optimizar la infraestructura y el poder de negociación sin alterar las normas de competencia. 

Acelerar el Pacto Verde Europeo

Las dos prioridades restantes que se han señalado en el marco del concepto REPowerEU como necesarias para reducir la dependencia de las importaciones constituyen ya los dos fundamentos de la política energética de la UE: impulsar las renovables y potenciar la eficiencia energética.

Las normas vigentes, acordadas en 2018 y 2019, establecen objetivos para las energías renovables y la eficiencia energética de aquí a 2030 que contribuirán a reducir el total de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 %, en consonancia con los compromisos de la UE en virtud del Acuerdo de París. Sin embargo, en 2021 la Comisión presentó propuestas para aumentar el ritmo y los objetivos en la próxima década, con vistas a lograr una reducción del 55 % de las emisiones de aquí a 2030.

El plan REPowerEU también reconoció que existe potencial para progresar mucho más rápidamente en los sectores de la energía eólica y solar. Sobre la base de un análisis de la situación de la energía solar en toda la UE, la Comisión presentará en mayo una estrategia solar con la que propondrá una Iniciativa Europea de Tejados Solares para aprovechar los beneficios de la energía solar en tejados. El plan también hace referencia al importante papel que puede desempeñar el biometano (que proporcionaría 18 000 millones de m³ adicionales de aquí a 2030). El hidrógeno renovable también se considera una nueva fuente de suministro alternativa importante, con potencial para alcanzar los 10 000 millones de m³ de aquí a 2030 y un margen adicional de 10 000 millones de m³ a través de las importaciones.

La Comisión es consciente de la necesidad de superar los distintos obstáculos en el despliegue de proyectos de energías renovables. Para ello, publicará en mayo una recomendación sobre la autorización rápida de proyectos de energías renovables, con el objetivo de apoyar el uso de todas las flexibilidades ya concedidas por la legislación de la UE y de eliminar los obstáculos restantes. Los acuerdos de compra de electricidad son otro ámbito señalado en el que unas directrices a escala de la UE podrían acelerar el cambio y garantizar el desarrollo más eficiente posible. 

La ciudadanía también puede desempeñar un papel clave para reducir el consumo energético total de la UE y ahorrar energía. Apagar las luces, tapar las ollas al cocinar, bajar la calefacción en casa y usar el transporte público son solo algunos ejemplos de las muchas acciones que pueden hacerse, tanto a título individual como colectivo. La Comisión colabora con la Agencia Internacional de la Energía, distintas organizaciones de consumidores y otras partes interesadas para encontrar maneras en que la ciudadanía pueda reducir aún más su consumo energético.

Etapas siguientes

A partir del concepto REPowerEU, se espera que se presenten en un futuro próximo directrices, propuestas legislativas y apoyo presupuestario para seguir reduciendo la dependencia de la UE de las importaciones de combustibles fósiles rusos. Dichas medidas también tendrán en cuenta cuestiones de más envergadura a fin de combatir las subidas del precio de la energía y hacer frente al impacto que esto supone para los consumidores y las empresas.

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Detalles

Fecha de publicación
20 de abril de 2022
Lugar
Bruselas