La legislación de la UE está concebida para aportar beneficios a los ciudadanos, las empresas y otras partes interesadas. En función de su grado de importancia política, las iniciativas se aprueban durante las reuniones semanales de los comisarios, ya sea a través del procedimiento oral o del procedimiento escrito.
La Comisión se reúne todas las semanas para tratar cuestiones políticamente sensibles y adoptar propuestas, que deben acordarse por el denominado "procedimiento oral".